Caída del pelo tras el verano: 5 consejos para evitarlo

El otoño en el periodo en el que las personas más perciben la pérdida del cabello.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

El fin del verano, la vuelta a la rutina o el estrés propio de septiembre son situaciones que pueden provocar una caída del cabello más frecuente que en otros meses. De hecho, esta época del año es el periodo en el que las personas notan que la pérdida de pelo se intensifica

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No obstante, desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) detallan que, en muchas ocasiones, lo que ocurre durante el otoño es que el cabello se cae de forma natural.

Es decir, se produce un periodo de recambio del pelo más intenso que durante otras épocas del año. “Además, el cambio climático influye, y esa caída natural se está adelantando a los meses de agosto y septiembre”, apuntan desde la AEDV en un comunicado. 

Por ello, desde Eltiempo.es te ofrecemos cinco consejos prácticos para que, con pequeñas acciones, puedas evitar la caída del cabello y minimizar la pérdida de pelo tras las vacaciones de verano. 

Adecuada higiene capilar 

A la hora de mantener y cuidar el cabello, es muy importante recurrir a productos adecuados que consigan una buena salud capilar y un aspecto sano y fuerte de cabello. El uso de champús de calidad y acordes a las características de cada cabello es un aspecto muy importante que nos puede ayudar a minimizar la pérdida de pelo que se produce en esta época del año. 

Por ejemplo, un cabello graso requiere de unas necesidades y cuidados distintos a los que necesita un cabello fosco por lo que la higiene capilar ha de realizarse en función de estas características. Es más, al mantener este tipo de cuidados se obtiene un cabello “bien alimentado”, resistente y más elástico, lo que limita su caída. 

Agua no muy caliente

Hay que recordar que también es adecuado lavar el cabello con agua no excesivamente caliente y hacerlo siempre en función de su suciedad. Por ejemplo, si en el día a día el cabello no se ensucia mucho, basta con lavarlo cada dos días. 

Del mismo modo, cortar el cabello de manera más o menos frecuente también es un aspecto muy importante ya que con cada corte se elimina el cabello dañado, se favorece la oxigenación y se estimula el crecimiento del mismo. 

Secado al aire

Electrodomésticos como los secadores o las planchas del pelo son muy socorridos durante el año para peinarse o para evitar salir con el pelo mojado a la calle.

Sin embargo, a pesar de su eficacia, también son unos elementos que dañan la calidad del cabello porque someten al pelo a contrastes muy fuertes, tirones y temperaturas extremas. Una situación que puede incrementar la percepción de caía del cabello. 

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Para evitarlo, más aún tras las vacaciones, cuando las temperaturas no son muy frías, lo más adecuado es procurar dejar secar el cabello al aire y con una toalla. Con ello, se evitan las lesiones al cuero cabelludo y a las unidades foliculares que puede producir el uso frecuente de este tipo de electrodomésticos. 

Masajes capilares 

En ocasiones, el estrés tras la vuelta de vacaciones puede provocar ciertas alteraciones en el organismo. Entre ellas, la caída del pelo es una consecuencia relativamente frecuente en esta época del año. Una buena manera de evitarlo es realizar masajes capilares que ayudarán a relajarte. 

Pero no solo eso. También favorecerá el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo lo permitirá que la sangre circule más adecuadamente haciendo llegar los nutrientes necesarios a cada folículo piloso. 

Toma de vitaminas 

El cabello es una de las partes del cuerpo que necesita de una serie de nutrientes más específicos que otras. Por ello, una buena opción tras las vacaciones es incrementar el consumo de verduras, frutas y proteínas para conseguir un aporte extra de vitaminas como la Vitamina A, E, C e incluso Vitamina B12. Al conseguir este aporte extra, se favorece el fortalecimiento del cabello y puede ayudar a minimizar su caída. 

Cepillado frecuente del cabello 

En esta época del año, es más importante si cabe mantener un cepillado más habitual del cabello. Al hacerlo, eliminamos del cuero cabelludo los cientos de pelos que se caen diariamente y minimizamos la percepción de caída.

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En muchas ocasiones, la pérdida de pelo que notamos, no es más que la renovación natural del cabello, por lo que al eliminar estos pelos también conseguimos que los pelos muertos no se caigan en cualquier momento. 

No obstante, ante cualquier duda o pérdida excesiva, lo más adecuado es acudir a un profesional sanitario para que evalúe el estado del pelo e indique el tratamiento o terapia más adecuado.