¿Qué son las boinas de contaminación de las ciudades y por qué aparecen?

Las boinas de contaminación se producen por un fenómeno llamado inversión térmica, más frecuente con anticiclón estancado

Mar Gómez

Mar Gómez

Las situaciones anticiclónicas y de estabilidad producen que los contaminantes no se dispersen y se acumulen en las ciudades. Es el momento en el que en el horizonte podemos observar una especie de «boina» gris sobre la ciudad envolviendo todo, y creando un ambiente turbio y ensombrecido.

Esta situación es mucho más común cuando tenemos un anticiclón estancado, con varios días sin llover ni viento, cuando la polución se estanca.

La contaminación es uno de los problemas más importantes en las grandes ciudades. Muchos estudios concluyen que son las causantes de hasta 9 millones de muertes año. Sin embargo, esta situación se agrava más aun cuando tenemos situaciones meteorológicas de estabilidad.

Uno de los fenómenos más comunes que se da en Madrid es la conocida como «boina de contaminación», que aparece en situaciones de anticiclón. Fuente imagen: Mar Gómez

Ante esto, es interesante explicar las causas de porque esta situación hace que los contaminantes no se dispersen y, como consecuencia, aumenten los niveles de polución en las ciudades. Para poder entender como interviene la existencia de un anticiclón en el aumento de los contaminantes es necesario saber cuál el movimiento de las masas de aire en las altas presiones o anticiclones.

En un anticiclón el aire tiende a descender a la que vez que, cuando llega a la superficie, diverge. Además, un anticiclón implica que tengamos estabilidad apareciendo inversiones térmicas en superficie y poca renovación y ventilación del aire ya que predomina la ausencia de viento.

La inversión térmica, clave en la relación entre contaminación y anticiclón

Normalmente el aire se mueve y las capas que lo forman se ordenan en función de su temperatura. Las más frías se quedan en la parte superior de la atmósfera y las más cálidas en la parte inferior.

Cuando tenemos un anticiclón bien estancado ese ciclo de movimiento de aire se ve interrumpido. Durante el día el sol calienta la superficie terrestre, aumentando la temperatura del aire que hay muy cerca del suelo. Por la noche, el suelo se enfría rápidamente al no haber nubes que lo impidan.

Así se ve un anticiclón en un mapa un «bloqueo anticiclónico». Fuente imagen: ElTiempo.es

Ese mismo aire pierde calor más rápido que el que hay por encima. De esta manera, se crea una capa de aire junto al suelo más fría y quedando el aire por encima a más temperatura. Como el aire frío es más denso que el cálido y pesa más esta cómodo en esa posición y no se mueve. Quedando el aire cálido por encima.

Esto crea lo que se conoce como “inversión térmica”. La causa es que la temperatura ya no disminuye con la altura. Es más, a cierta altura, la temperatura aumenta creando una especie de tapadera que impide la dispersión de contaminantes y que provoca que se acumulen.

Efectos adversos de la inversión térmica

Los periodos anticiclónicos prolongados, con sus consecuentes inversiones térmicas, son temidos por los altos niveles de contaminación del aire que se alcanzan en las ciudades y zonas industriales.

Cuando nos encontramos ante una capa atmosférica con inversión térmica quiere decir que en ella se inhiben los movimientos ascendentes de masas de aire. En consecuencia, una inversión térmica próxima a la superficie impide la correcta dispersión de los contaminantes producidos por las actividades antropogénicas o que éstos se alejen de la superficie terrestre.

De hecho, la capa con mayor temperatura actúa como una tapa sobre el aire más frío más superficial y en el que concentran los contaminantes. Esta situación da lugar al esmog (smog en inglés) o a la “boina de contaminación” sobre las ciudades, visible a varios kilómetros de distancia y que suele llevar aparejado un empeoramiento en los niveles de calidad del aire, con los derivados efectos nocivos para la salud humana.

Esto se nota principalmente en las ciudades, donde son mucho mayores las emisiones de gases contaminantes debido al tráfico y las calefacciones. Es por ello que, en periodos prolongados de inversión térmica, especialmente durante el invierno, cada vez es más común que se limite la circulación de vehículos en las grandes ciudades, en función de los niveles medidos de NO2.

La contaminación atmosférica, acrecentada por episodios de inversión térmica, tiene consecuencias negativas en la salud tanto a corto como a largo plazo derivadas de problemas respiratorios o cardiovasculares. Diversos estudios han demostrado que la contaminación del aire es la responsable de millones de muertes prematuras en el mundo.