Vestirnos o plastificarnos, esa es la cuestión

La presencia de plástico en la ropa provoca que al lavarla hasta 500 000 toneladas de microplásticos acaben en el mar cada año.

Elena Alonso Asensio

Elena Alonso Asensio

En 2017 en Europa se llegaron a consumir aproximadamente 13 millones de toneladas de productos textiles domésticos entre ropa, calzado y textiles para el hogar. Las fibras sintéticas, como el poliéster y nailon, constituyeron aproximadamente el 60% de la ropa y el 70% del textil para el hogar.

Son los últimos datos que se tienen al respecto, y que han sido dados a conocer a finales de enero en un nuevo informe de la Unión Europea ‘Plastic in textiles: circular economy for synthetic textiles in Europe’. Un documento en el que la UE da soluciones para gestionar de manera más sostenible el problema ambiental que provoca la presencia de plástico en la ropa.

Se están realizando investigaciones en filtros de lavadoras, por ejemplo, para reducir las emisiones de microplásticos al agua

Según este estudio entre 200 000 y 500 000 toneladas de microplásticos procedentes de productos textiles acaban en el mar cada año. En general, los europeos desechan alrededor de 5,8 millones de toneladas de textiles al año.  Esto supone aproximadamente 11 kilogramos por persona.

De ellos, cerca de dos tercios son fibras sintéticas, que se obtienen a partir del petróleo y el gas. Sin embargo, en Europa solo se recoge por separado un tercio más o menos de los residuos textiles. La mayoría se exporta.

plástico en la ropa

Para paliar el problema de la presencia de microplásticos procedentes de textiles en el medio ambiente, el documento identifica algunas soluciones como promover la elección de fibras sostenibles y controlar las emisiones de microplásticos. Por ejemplo, ya se están realizando investigaciones en filtros de lavadoras para reducir las emisiones de microplásticos al agua.

¿Un cambio en la moda a fibras naturales?

Si bien un cambio a fibras naturales o de base biológica puede reducir los impactos del uso de recursos de combustibles fósiles y emisiones de gases de efecto invernadero, estas fibras “no siempre tienen equivalentes propiedades y no son necesariamente más sostenibles durante todo el ciclo de vida del producto”, afirma el informe. Por ejemplo, el algodón utiliza recursos agrícolas, pesticidas o fertilizantes tóxicos, señala.

plástico en la ropa

El problema viene de lejos porque el consumo mundial de fibras sintéticas ha aumentado de unos pocos miles de toneladas en 1940 a más de 60 millones de toneladas en 2018. Y continúa. El informe revela que desde finales de la década de 1990, el poliéster ha superado algodón como la fibra más utilizada en textiles.

Entre 200.000 y 500.000 toneladas de microplásticos procedentes de productos textiles acaban en el mar cada año

Hay una razón para todo ello. Las fibras sintéticas son baratas y versátiles, lo que permite la producción de tejidos baratos, ideales para el consumo de moda rápida –‘fast fashion’ en contraposición al ‘slow fashion’- y con un acabado de alto rendimiento para que dure.

El movimiento ‘slow fashion’

Las tiendas de venta de segunda mano o las de venta de ropa en general que se ofrecen gratis a recoger ropa usada están llevando a cabo una gran tarea en este sentido. Es también el ejemplo de Upcyclick, que promueve el consumo de moda colaborativo de proximidad y responsable. Y lo hace a través de la generación de comunidades que faciliten la customización o la reutilización.

También el movimiento de moda sostenible o ‘slow fashion’ ha surgido con el objetivo de concienciar sobre cómo un consumo responsable de compra textil puede impactar de manera positiva en el medio ambiente.

plástico en la ropa

Eltiempo.es ha hablado con Gema Gómez, directora de ‘Slow Fashion Next’, una plataforma de formación y consultoría en moda sostenible, para que nos cuente más acerca de esta tendencia. “Es un movimiento de empresas, normalmente muy pequeñas, que están dándose cuenta de los retos que tenemos delante de nosotros medioambientales y sociales y que buscan, a través de sus negocios, darles una solución”. En la página de ‘Slow Fashion Next’ puedes encontrar un directorio de moda sostenible si es de tu interés.

La economía circular y el caso español

Entre las soluciones el estudio también propone mejorar la recogida selectiva, la reutilización y el reciclaje. Es importante incorporar el textil a la economía circular.

Alargar la vida útil de los productos a través del ecodiseño de manera que, además de durar más, puedan ser luego recuperados para fabricar nuevos productos o reutilizados en nuevos diseños. Todo por evitar que acaben en vertedero, en el medio ambiente y, concretamente, en el mar, como alerta este informe.

En 2025 todos los países de la Unión Europea deberán tener establecida una recogida separada para el residuo textil

La gran noticia es que en 2025 todos los países de la Unión Europea deberán tener establecida una recolección separada para el residuo textil. Tratemos entre todos de hacer una compra y un uso responsable de estos productos y repercutirá en nuestra salud y en un mejor medio ambiente.